11 dic 2011

El encanto de las mordazas...

Una linda sumisa sobre la cama, semi desnuda, únicamente teniendo encima una hermosa y sensual cinturilla de encaje y brillante de vinilo, medias negras y unas coquetas zapatillas negras de tacón alto con cintillo al tobillo, una sensual escena, antesala a una noche salvaje, pero muy especial para ella, en el interior de ella misma, se probaria quien es ella en realidad, ante los profundos deseos de su corazón, que de una manera a otra, la empuja a hacer a lo que va a experimentar; su dominante entra en la habitación, la observa para así después, vendarle los ojos, privandole del sentido de la vista; Su dominante entra en la habitación, la observa detenidamente, en la profundidad de su mente, comienza a ver las acciones que harán que su zorrita se le entregue en cuerpo y alma, trae consigo, una pequeña maleta donde aguardan varios accesorios que usara en ella... paddle, antifaces, cuerdas, esposas y mordazas. Ella comienza a andar y gatear sobre la cama, en dirección a su Amo, de manera sugestiva es casi como si estuviera ronroneando de una manera dulce y sensual, él la observa con muchisima atención, en sus manos, tiene la mordaza que utilizará en ella, una hermosa bola roja, con correas negras de piel que mantendrá callada y dócil a esta zorrita; su dominante solo le dice "anda ven, abrela boca, no tenemos toda la noche para esta sesión, zorrita!".

Las mordazas, es uno de los accesorios que no pueden faltar en el jugueteo de toda escena del ambiente BDSM, donde la función principal, es de mantener callada a la persona sumisa, sin que emita palabra alguna (únicamente gemidos), en las actividades BDSM, pero siempre despiertan una emoción u sensación de indefensión y situaciones cautivas. Las mordazas son accesorios que tienen distintas formas y hechas de distintos materiales, así como las formas y nombres, para citar están las mordazas de bola o mejor conocidas como ball gag (su nombre en ingles), que son muy comunes en toda escena de bdsm, las mordazas de anillo (ring gag), que solo mantiene abierta la boca de la persona sumisa por medio de un anillo, impidiendo que la cierre y al paso del tiempo, comience a "babear", algunas mordazas son un tanto elaboradas y sofisticadas, como algunas mordazas inflables, que tienen una forma de dildo que va en el interior de la boca y con una pequeña perilla, donde comienza a "hincharse" en el interior de la persona sumisa.

Las precauciones y seguridad de usar las mordazas, es que de cierta manera limitante, no pueden emitir o articular ninguna  palabra que permita uno, escuchar o entender claramente, siempre estar muy vigilantes de sus expresiones o elegir una forma de comunicación no verbal que a nosotros como dominantes estemos avisados por parte de nuestra persona sumisa de "que algo no anda bien"; un método que he usado en sesiones, es darle una pequeña campana, a la persona sumisa, de esta manera, ella puede avisar agitándola si algo le molesta o detener la sesión, una forma muy inteligente para que ella se sienta segura dentro de la sesión. Una ventaja que se tiene al usar una mordaza de bola (ball gag), es que se evita que la persona sumisa se "muerda" la lengua, ya sea por algún movimiento brusco, con la cual, la bola de hule, amortigua la "mordida" y se evita algún accidente en plena sesión.

Las mordazas, despiertan en muchas personas el libido perverso que todos tenemos escondido en nuestro interior, desde el simple hecho de ordenarle que abra la boca y colocarla en su lugar, tomando la cabeza de la persona sumisa, sujetándola y ajustándola por la nuca, para posteriormente verla bien acomodada en su boca, y que al pasar los minutos, comenzara a babear y mojar su pecho siendo una escena deliciosamente exquisita para los dominantes. Artículo de primera necesidad en las sesiones, nunca se tiene que hacer a un lado, porque al final de la sesión, lo que único que queda... es la alma desnuda de la persona sumisa que se ha entregado a la fuerza de su dominante.

atte,
Carla Regina López Ruelas.