27 nov 2011

Vendar los ojos en el BDSM...

Una práctica muy común en los ambientes vainillas y BDSM, donde el objetivo principal es la de poder privar el sentido de la vista y donde la atención se centre en el sonido, los olores y el contacto físico de su pareja, haciendo que nuestros sentidos se intensifiquen y se experimenten sensaciones muy placenteras.

La diversificación de este juego es que de manera subjetiva, se establezcan roles de juego (un dominante y otra sumisa). La persona dominante se esforzara hasta donde sea necesario llevar al climax  a su pareja, encaminándola por situaciones que esta misma imagine, siempre buscando complacer y buscar su necesidad de placer personal y la de su pareja.

Un masaje y las palabras susurrantes al oído después de vendar ayuda mucho a facilitar las cosas antes de realizar algunas acciones o juegos intensos (mutuamente consensuados) con la pareja. Para vendar, no se necesitan accesorios muy sofisticados o especializados, (aunque en realidad existan), para privar el sentido de la vista, se puede usar pañoletas, medias, algunas máscaras y los sensuales antifaces, que no pueden faltar en nuestros juegos de alcoba y de BDSM.

Algunos escenarios ideales para jugar, los dictara la imaginación de las personas involucradas, donde pueden ser lugares un tanto comunes, para citar un ejemplo, esposar y vendar a la chica o chico estando en el interior del auto e ir manoseandolo y estimulando sus puntos claves, otro lugar, es la de desarrollar un escenario outdoor (escenario en el exterior), ya sea en el bosque, donde se puede agregar elementos BDSM, utilizando cuerdas, esposas, cinta, máscaras, etc, la excitación del momento culminara en el sentir las caricias, los gemidos, los olores, morbo y la excitación de ser "observados" por alguien más, una experiencia muy placentera y estimulante para las personas que "deseen ser vistos".

Nuestra imaginación es la que nos ordenara que es lo que deseamos experimentar y establecernos limites y metas para poder enriquecer nuestras actividades sexuales, ampliando nuestros horizontes de manera sana, segura y consensuada.

atte,
Carla Regina López Ruelas.